Los desplazamientos biogeográficos: dispersión, difusión y migración


La familia de los camélidos evolucionó y se diversificó durante una migración secular, hace millones de años. Por Ekaterina Pokrovsky | Shutterstock.com





 Hace más de medio siglo, la Biogeografía emergió con fuerza en el panorama científico como una nueva ciencia moderna, gracias, entre otras cuestiones, a la aparición de una imperiosa (y novedosa) necesidad de comprender y gestionar los impactos humanos que se estaban desarrollando en el planeta y que estaban provocando la alteración de los hábitatsde las especies. Pero, ¿en qué consiste exactamente la Biogeografía? Es una ciencia que se ocupa del análisis y la explicación de los patrones de distribución de las distintas especies en el planeta, así como de la interpretación de los cambios que han tenido lugar en el pasado y de los que suceden hoy en día; en otras palabras, es el estudio de las distribuciones geográficas de los seres vivos, o la “geografía de la vida”.

A lo largo de los años, la Biogeografía se ha planteado muchas preguntas respecto a la distribución geográfica de las especies que habitan la Tierra: ¿por qué una especie está confinada en su distribución actual? ¿Qué le permite a una especie vivir donde lo hace, y qué evita que ocupe otras áreas? ¿Cómo han influido los diferentes eventos históricos, como la deriva continental, las glaciaciones, o incluso el reciente cambio climático, en la distribución de las especies? Para poder dar respuesta a estas y otras preguntas, previamente es necesario conocer los movimientos y desplazamientos que han permitido la diversificación de las especies, unos procesos biogeográficos y mecanismos ecológicos que vamos a tratar de explicar en el presente artículo.


Una dispersión a larga distancia en un corto período de tiempo

El mecanismo de dispersión de las especies alberga una serie de importantes desplazamientos, unos grandes viajes que pueden finalizar con la colonización de nuevos territorios y hábitats por parte de una inédita especie. Se trata de una dispersión a larga distancia, es decir, son movimientos que tienen un gran alcance geográfico (en ocasiones, de miles de kilómetros), sucediendo además en un período relativamente corto de tiempo; en este sentido, es habitual que las colonizaciones puedan concretarse en tan solo unos meses, e incluso, en ocasiones, en algunos pocos días. En cualquier caso, y para que el proceso de dispersión resulte efectivo, debe de estar acompañado por el éxito en el establecimiento de las especies en la nuevas áreas de distribución conquistadas.

El fenómeno de dispersión (o de inmigración, visto desde el punto de vista del área alcanzada) refleja una tendencia natural en la mayoría de los seres vivos a expandir su área de distribución, a ampliar sus territorios, haciéndolo normalmente a través de sus descendientes. Y es que, parece ser que todos los organismos, ya sean móviles o sésiles, poseen cierta capacidad de dispersión, una competencia altamente necesaria cuando se producen alteraciones y transformaciones en sus nichos biológicos; algo lógico, en cualquier caso, ya que éstos no van a permanecer eternamente imperturbables.

La conquista de aquellas islas oceánicas que nunca han estado unidas al continente es un claro ejemplo de colonización por dispersión.

En cualquier caso, en estos procesos de dispersión tan solo están implicados algunos pequeños grupos de individuos, en lugar de poblaciones enteras. Además, es un proceso que puede darse de dos formas diferentes: de una manera activa, o de un modo pasivo. La dispersión activa es llevada a cabo por las grandes especies voladoras del planeta, como las aves, los murciélagos o los grandes insectos, así como por especies nadadoras accidentales. Por otro lado, la dispersión pasiva se da, por ejemplo, cuando un organismo es transportado por otro, cuando pueden ser remolcados por el viento, cuando viajan adheridos a plumas o pelos o cuando son arrastrados por corrientes de agua.

La migración de las aves es uno de los eventos anuales más destacados del mundo animal. Por Barth Bailey

El proceso de difusión o la propagación de una especie

Se conoce como difusión al fenómeno de propagación de una especie en un área que ha sido previamente colonizada, tratándose por tanto de un proceso posterior a la dispersión. Es un mecanismo considerablemente lento, aunque también progresivo, el cual puede prolongarse durante siglos y extenderse a lo largo de varias generaciones. A diferencia de los procesos de dispersión, en los que tan solo están implicados pequeños grupos de individuos, la difusión puede llegar a comprender poblaciones enteras.

La difusión es un proceso ecológico que se dio de forma habitual durante las recolonizaciones biológicas de la era postglacial, momento en el que fueron típicos los desplazamientos de retorno en aquellas especies que se habían visto obligadas a trasladarse por las condiciones climáticas. Por otro lado, las especies introducidas también suelen desarrollar mecanismos de difusión en sus nuevas áreas de distribución, siempre que la introducción se haya realizado con éxito. Es el caso, por ejemplo, del estornino pinto(Sturnus vulgaris), una especie que ha sido introducida en multitud de regiones, como Norteamérica o Australia, estableciéndose con éxito en todas ellas.

Los estorninos han iniciado un proceso de difusión en aquellos lugares donde han sido introducidos. Por Srikanta H. U

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